Siempre se discutió sobre la necesidad apertura de nuevas universidades en el Conurbano bonaerense. Tal son los casos de las bien llamadas entidades educativas K, impulsadas por el kirchnerismo a partir del ascenso al poder de Néstor Kirchner.

Justo en el momento en el que se discute el presupuesto universitario en las cámaras legislativas, a expensas de un Gobierno nacional que va en dirección contraria, vetando la creación de nuevas casas de altos estudios y cerrando otras como la Universidad Nacional de Madres de Plaza de Mayo (UNMA); altamente deficitarias, de la que egresaron solo 7 personas en los últimos años.

Tomemos el caso de la Universidad Nacional de Moreno, inaugurada en octubre de 2010, y que recién ahora denuncian unos 142 egresados promedio año, sin mencionar la calidad de esos profesionales; en su gran mayoría formados con perfiles ideologizantes de escasa o nula salida laboral en la actividad privada.

La única certeza de estas universidades, entregadas como cotos de caza a varones de Conurbano que perdieron su poder hace tiempo, tal el caso de Mariano West (3 veces intendente de Moreno) y principal responsable de la decadencia terminal de la ciudad.

Aun hoy, West mantiene sus oficinas allí dentro, aunque el manejo oficial lo delego desde el inicio en su ex secretario de Economía, Hugo Andrade, que mantiene la rectoría desde sus comienzos, gracias a la reforma del estatuto que lo perpetua en el poder.

También mantuvo en su reducto, a su socia política de toda la vida y ya jubilada Patricia Jorge; que se la puede ver caminando asiduamente por las calles de Moreno, la reemplazo como decano del departamento de humanidades y ciencias sociales, Juan Martin Etcheverry, otro de los buenos amigos de Mariano West; que también lo acompaño como funcionario en sus tiempos de intendente.

Es la misma Universidad, la que declara tener unos 20 mil inscriptos permanentes, con un ingreso anual que ronda las 6 mil solicitudes, saque usted sus propias conclusiones.