Ecología

El manantial en estado de abandono: sin agua, lleno de maleza y animales muertos

La Presa Ingeniero Carlos Roggero es una reguladora del cauce del Río Reconquista construida en 1972 y que se ubica a 40 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, entre La Reja y Mariano Acosta.
La Presa Ingeniero Carlos Roggero es una reguladora del cauce del Río Reconquista construida en 1972 y que se ubica a 40 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, entre La Reja y Mariano Acosta.

Ubicado en las inmediaciones de la presa Roggero, sobre el camino de La Ribera en su cruce con la calle Ambrosetti, fue descubierto a mediados del siglo pasado por un tambero italiano. Este hombre, del que se desconoce el nombre, construyó un pozo artesiano.

Durante esos años se convirtió en una atractivo turístico, mucho antes de la contaminación del río Reconquista (en aquellos años aún se llama De Las Conchas).

La zona era visitada asiduamente como área de descanso por cientos de familias. El mayor punto de interés eran los balnearios que se erigían a la vera del curso de agua. Moreno del recuerdo.

En su libro “Contribución al conocimiento del patrimonio de Moreno”, editado en el 2010, el historiador César Eduardo Schreiber escribió sobre el manantial “se trata de una fuente de la que fluye agua permanentemente (…). En la actualidad fluyen aproximadamente seis mil litros de agua por hora, según el nivel de la capa freática de la cual proviene, recargada por las lluvias. (…). El agua es de buena calidad pero no posee las propiedades minerales extraordinarias que algunos pretenden. Simplemente es agua de la primera napa”.

El 15 de abril de 1976 fueron encontrados en ese lugar los cuerpos acribillados de siete militantes peronistas secuestrados por la dictadura militar en la localidad de Remedios de Escalada, partido de Lanús.

Posteriormente fueron identificados como Esteban Retuvo y Miguel Ángel Roldán Retuvo, Carlos Alberto Gil Grillo, Nélida del Valle Santervaz, Cecilia Rodríguez Heymen, María Rita Giordano Carrizo y Julia Rosa Dublansky.

Fueron enterrados en una fosa común en el cementerio de Moreno, por orden de la Policía. En aquel momento (al igual que en el ataque a la quinta La Pastoril) el titular de la seccional 1 de Moreno era el Comisario Omar Eliseo Hernández, quien murió en enero del 2020 cuando esperaba el juicio por delitos de lesa humanidad.

Estaba con prisión domiciliaria en su casa del centro de General Rodríguez. Los restos de los jóvenes ejecutados fueron exhumados del campo santo municipal con el retorno a la democracia, bajo la intendencia del doctor Héctor Francisco Ibáñez. Todos presentaban varios disparos que dejaron rastros en los huesos y un tiro de gracia en la base del cráneo.

Hoy el manantial está seco. La falta de lluvias, consecuencia que aún persiste del fenómeno climatológico “La Niña”, tuvo impacto directo en el manantial. Además está rodeado de maleza. Los tres monolitos que rezan “Memoria, Verdad, Justicia” se erigen entre los pastizales. La basura se acumula. Y en la base hay una bolsa con al menos un animal muerto. El olor es insoportable. El abandono total.

Lejos quedaron las actividades que se realizaban durante la década pasada para mantener el lugar y evitar que caiga en el olvido. Un llamado de atención para el municipio de Moreno.

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