Finalmente, luego de largos años de demora por conveniencia política, este martes se conoció el fallo por la explosión de la escuela 49, en el que perdieran la vida la directora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez.

Como lo veníamos anunciando hace tiempo, y luego de la lectura temprana del expediente de la causa, el hilo se cortó por lo más delgado.

El jurado mercedino, termino dándole de comer a las fieras locales, unos cuantos sindicalistas ramplones de SUTEBA y un par de medios locales conflictuados ideológicamente, que omiten u ocultan información valiosa

Luego de la lectura de la sentencia, retiraban esposado al gasista Cristian Riccobene, condenado a cinco años de prisión efectiva, en primera instancia. Puro show para la tribuna que aguardaba afuera con pancartas, hasta Mariana Cataneo ex secretaria general de SUTEBA Moreno, salió de la cueva en la que se había metido cuando comenzaron los primeros problemas graves de infraestructura y alimentos en los colegios.

El porqué de semejante afrenta, lo puede explicar solo este jurado, que tuvo que negociar bajo presión la sentencia mayor para el eslabón más débil de la cadena, a costa de dejar a salvo a los ex funcionarios del Consejo Escolar involucrados.

Riccobene, como todo mortal tendrá por lo menos tres posibilidades más de apelación a la medida tomada contra él, pero el daño personal ya está efectuado. ¿Sabes quién se va a postular como gasista matriculado para trabajar para el Concejo Escolar, a partir del año que viene? Si, ese mismo que estás pensando…elcho.

Mientras la manada de sindicalistas y militantes que contaminan la educación pública de Moreno, se retiraba para tomar el tren de regreso, mascullando bronca, por no haber podido engrampar a la causa a la ex gobernadora María Eugenia Vidal, al ex Ministro de Educación de aquella gestión Sánchez Zinny y al que fuera el responsable de los Consejos Escolares de la provincia, Marcelo Di Mario.

Estos últimos jamás fueron mencionados en la causa, pero claro los colegas locales no te lo cuentan, culposos de creer que con esto pueden perjudicar a las aparentes victimas del sistema.

Una acotación final, a partir del año que viene, el SAE (servicio alimentario escolar), deberá pasar a la órbita del ejecutivo municipal de los distritos de la provincia de Buenos Aires.

Con ello, los Concejos Escolares dejaran de ser necesarios. Con el tiempo solo se convirtieron en nichos de corrupción política, integrado por personas a las que ni siquiera se les exige la escuela primaria.