Ante el pasmoso silencio de la prensa local con respecto al sospechoso incendio del cine y teatro Roma, hay que decir, que no es más que la muestra del temor de la gestión de Mariel Fernández de perder el poder.

La primera señal de debilidad se vio vislumbrada en el armado de la lista para concejales, debiendo ceder el primer lugar a un rancio sindicalista, transformado en Ministro de trabajo como lo es Walter Correa.

La imposición vino de la mano de Máximo Kirchner, ya que el curtidor le aguanto los trapos a La Cámpora durante toda la pandemia, ante la ausencia de militantes en esta localidad. Correa, entre otras cuestiones, manejó una de las líneas que bajaba del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires; en lo que respecta a la distribución de alimentos en comedores de la ciudad, que se multiplicaron por cientos.

Ni hablar del tema vacunas, y las pistas improvisadas atendidas por militantes, en escuelas, clubes y filiales sindicales; resultando una preocupante competencia para el Movimiento piquetero que gobierna Moreno.

Si se continúa con el repaso de la lista, en el segundo y tercer lugar figuran la cuñada (María Giménez) y su propio hermano Emmanuel Fernández. ¿Porque asegurar el curro de estos dos sí, es que estás convencida de retener la intendencia?

La misma pregunta para los nombres que completan la grilla hasta el séptimo escaño. Y allí se encuadran desde la actual presidenta del Concejo Deliberante, Araceli Bellota, Gonzalo Galeano (mitad funcionario, mitad concejal), Zulma Gil (concejal y puntera socia del matrimonio reinante) y cierra la partida Federico Fongi (el recaudador “blanco”) y tal vez el mejor funcionario de esta mediocre gestión.

Tras cartón, el incendio del búnker de Movimiento Evita, en situación todavía desconocida, y a apenas seis semanas de la P.A.S.O. ¿Que se quemó allí? ¿Y porque a pesar que los números la favorecen, trata de meter a todo su riñón político dentro del HCD?