El Hospital Mariano y Luciano de la Vega de la ciudad de Moreno, emitió un escueto mensaje en apoyo y solidaridad con la familia de Ricardo Cárcamo, quien era enfermero de la Sala de Partos y se investiga lo ocurrido con su suicidio.

Según los trascendidos “oficiales”, se informó que “falleció” cuando realmente lo que se produjo fue un suicidio pero ¿por qué? Mientras en las redes sociales se ven comunicados como “lamentamos comunicar el fallecimiento de nuestro compañero Ricardo Cárcamo, enfermero de la Sala de Partos. Abrazamos a su familia, amigos y compañeras/os”; “Lamentamos comunicar el fallecimiento de nuestro compañero Ricardo Cárcamo, enfermero de la Sala de Partos”, el trasfondo es preocupante y a la vez triste.

El enfermero había recibido una denuncia por violencia de género, que ante la difusión del mismo, la tensión en el ambiente de trabajo y demás, generó posteriormente que, ante este hecho que afecto su vida personal y pública, derivase en la oposciión del suicidio.

Además, hay que desmentir que el suceso hubiera sido dentro del Hospital de la Vega, como se había planteado desde un momento.

Cabe aclarar que, Cárcamo, era una persona querida por propios y ajenos, donde recibía muestras de amor y afecto en las redes sociales por los compañeros y pacientes. Pero, lamentablemente, el trasfondo era que tres personas lo habían acusado de violencia de género.

Además, como dato no menor, las autoridades locales buscan tapar la realidad del hecho y no hablan del suicidio. Para colmo, las mujeres que hablan al respecto del tema, lo habían condenado sin pruebas, perjudicando su vida en lo personal y lo privado, como mencionamos anteriormente.

Claro está que estas clases de mujeres, solo buscan destruir y, sin saber el hecho o verdaderamente si ocurrió o no, buscan amedrentar por redes sociales, boca a boca y en la cara de la persona, tildandolo de todo, realizando un ataque de violencia de género a través de lo psicológico, jugando con su vida.

Por último y, algo que genera más dudas, dentro del hospital, hay un “Comité de Violencia Hospitalaria”, que directamente no dio respuesta a la situación, dejando a Cárcamo, “tirado”. Para colmo, de las tres compañeras acusadoras una de ellas lo reemplazó en la jefatura del sector y otra es delegada de ATE dentro del nosocomio. ¿Cómo sigue la historia?