ATE Moreno fue escenario de elecciones cruciales para la representación de los trabajadores municipales.

En este proceso, Alternativa Estatal-ANCLA integró la Lista ATE Unidad junto a las agrupaciones Víctor Choque y Primero de Mayo.

Sin embargo, estas elecciones estuvieron marcadas por diferentes irregularidades y decisiones arbitrarias, debido a la determinación de la actual conducción sindical, encabezada por el secretario general Walter Cravero (Verde Anusate) de no establecer una Junta interna, esto lleva a limitar la representatividad gremial y complica cualquier tipo reclamo frente al Gobierno municipal, denotando la burocratización del sindicato.

A pesar de estas decisiones, los comicios por sectores resultaron en la elección de 19 delegados en áreas claves como Economía, Gobierno, Cultura, Justicia y Derechos Humanos, IMDEL y el IDUAR, que representa casi la mitad de la totalidad de delegados.

Estos resultados son fruto de una campaña intensa que enfocó en dar la discusión de qué modelo sindical necesitamos los trabajadores, los derechos a defender contra Javier Milei y Mariel Fernández y condiciones laborales de los trabajadores municipales, desafiando tanto la burocracia sindical como su relación cómplice con los diferentes gobiernos y patrones, acusada de precarización y violencia laboral y del ajuste salarial que aplica.

La jornada electoral estuvo empañada por acusaciones graves contra la Lista Verde Anusate y el aparato municipal de Mariel Fernández, quienes presuntamente manipularon padrones, robaron boletas, utilizaron funcionarios públicos para afiliar, y hasta llamaron a la policía para impedir que un compañero de la lista, el cual es delegado, pudiera presenciar el recuento de votos.

Estas prácticas reflejan un intento claro de obstaculizar la transparencia del proceso electoral y de mantener el control sobre el sindicato y sus decisiones internas, que claramente falta a la democracia sindical.

En este contexto, es evidente que los intereses de ATE Moreno bajo el actual modelo sindical no responden a las demandas de los trabajadores, que se traduce por ejemplo que en el transcurso de este año no hayan convocado a medidas de fuerza como paros en respuesta al ajuste salarial.

Esto refuerza la necesidad urgente de cambiar de raíz el modelo actual por uno democrático para convertirlo verdaderamente en una herramienta de lucha efectiva para los trabajadores.

De ahora en más, es darnos la tarea de seguir construyendo esta herramienta de lucha, no solo por los resultados obtenidos, sino también por la necesidad de coordinar las luchas que se vienen desarrollando en diferentes sectores en un contexto nacional caracterizado por políticas de ajuste y represión hacia la protesta social.

Es por ello que el gran desafío para los trabajadores de Moreno y para Alternativa Estatal es claro: la lucha y organización para recuperar el sindicato, que sea democrático, representativo y que sea independiente de los patrones y los gobiernos, para defender los intereses de quienes día a día sostienen la administración municipal.