Mariela Zelaya Bustamante llegó cuando no había nada. Dejó atrás Presidente Derqui, donde alquilaba un cuarto con su madre- y puso su casilla junto con otros 20 vecinos que hicieron lo propio.
“Había solo un kiosco, pasando el eucalipto”, recuerda. 12 años después, el barrio 23 de diciembre en la localidad de Cuartel V, partido de Moreno, tiene más de 50 manzanas con 1400 terrenos y es un eslabón más en una cadena de consolidados asentamientos que llevan por nombre su fecha de fundación: 5 de enero, 3 de febrero, 1 de marzo, 18 de julio, 2 de agosto. Hoy, aquello que supo ser “todo campo”, es “todo ciudad”.
Mariela y el relato de muchos otros vecinos que llegaron al barrio hace una década, no se agotan en lo testimonial: son movimientos que animan a los grandes números del municipio. El censo del último año arrojó que Moreno, gobernado por el peronismo desde 1995, fue el partido del conurbano con mayor crecimiento demográfico (26 por ciento) desde el 2010. “Nos dijeron que se estaba abriendo un barrio y vinimos”, explica Zelaya Bustamante que al día de hoy recuerda la cifra: 2500 peso por el lote.
Otros vecinos, con menos suerte, pagaron más del doble, pero recuperaron parte de lo invertido al dividir sus terrenos y vender lo abdicado. “Hoy estamos en el mapa”, relata otra vecina, agitando el celular.
“Fue un crecimiento desbordado, sin ningún tipo de planificación estatal”, sostiene Soledad Pantano, referente local de Juntos por el Cambio. El distrito se encuentra gobernado por Mariel Fernández, una dirigente social oriunda de Cuartel V e integrante del Movimiento Evita.
En 2019, luego de que Máximo Kirchner le soltara la mano al exintendente camporista Walter Festa, se impuso en una interna con otros seis precandidatos. Es, según remarcó en una entrevista, “la primera intendenta de los movimientos sociales”.
Las distintas partes del arco político de Moreno coinciden en algo: la toma de tierras fue un problema que marcó la dinámica del territorio y su fisonomía. Según el “mapa de la pobreza crónica”, elaborado por CIPPEC, el 32 por ciento de las viviendas en el territorio son ranchos o casillas con piso de tierra, y más del 80 por ciento no tiene acceso a la red cloacal.
En el frente opositor, donde también recalan peronistas, relatan que desde mediados de la década del 90, bajo la intendencia de Mariano West, con tres mandatos en el territorio, se inició un largo y continuo proceso de expansión demográfica; para muchos no exenta de controversia.
Algunos opositores se limitan a deslizar cuestionamientos que sugieren responsabilidad política en la proliferación de asentamientos. “El modus operandi de las tomas está protocolizado”, refiere un dirigente. Otros, como Aníbal Asseff, exconcejal y precandidato a intendente por Juntos por el Cambio, precisan las acusaciones y apuntan directamente contra la intendenta.
“Siempre alentó la toma de terrenos. Públicos o privados. Ella fue partícipe y promotora de la proliferación de asentamientos en Moreno en los últimos 15 años”, dispara, mientras enumera los cargos que ocupó Fernández en las anteriores gestiones. “Ahora, que está a cargo del ejecutivo, cambió de postura”, dice en relación a la toma de terrenos.
Desde el entorno de la intendenta desmienten categóricamente las acusaciones, aunque reconocen que antes de que asumiera Fernández, las tomas de tierras “eran un tema sin resolver y ‘puede’ que haya sido fomentado por algunos sectores políticos de Moreno”. Desde que Fernández se hizo cargo del distrito, aseguran, los “índices de ocupación de tierras comenzaron a bajar”.
“Es una estrategia para agrandar su base electoral”, arremete Asseff, alineado con Horacio Rodríguez Larreta en la contienda nacional. El precandidato a la intendencia subraya que en los últimos 10 años el padrón electoral de Moreno -hoy con más de medio millón de habitantes- sumó casi 130 mil electores.
Según los números de la junta electoral de la provincia de Buenos Aires, el crecimiento del padrón electoral del distrito, entre 2009 y 2021, toca casi el 50 por ciento, un número que no tiene comparación con otros municipios.
Cerca de Fernández niegan que la intendenta haya tenido una postura a favor de las tomas, argumentan que quienes las realizan no cuentan con documentación para votar en el distrito y explican que el incremento poblacional responde a varios factores: un alto índice de natalidad, la llegada de muchos “migrantes” al municipio y un error técnico del censo de 2010. “Estuvo mal medido”, esgrimen.
“Mariel siempre ha trabajado para que los sectores populares de Moreno vivan en condiciones dignas, pero eso no significa que haya fomentado tomas en el pasado. Tienen que encontrar mejores argumentos electorales”, completan y explican que la toma “heredada” en el barrio La Bibiana, sobre la ruta 23 en un terreno privado, fue relocalizada con éxito en terrenos fiscales.
“3500 obras no es poco. La gente valora mucho el trabajo de Mariel (Fernández)”, se defienden, encuestas en mano, en la intendencia. Según las mediciones que manejan, Fernández no tendrá problemas en la interna. Es que, a diferencia del plano nacional, el peronismo exhibe fisuras en el distrito. Damián Contreras, presidente de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE), es el precandidato del massismo en el territorio. Contreras también levanta el dedo: “Han llegado al colmo de intrusar y tomarle tierras a la Universidad Nacional de Moreno”, señala al medio La Nación en referencia a un conflicto que actualmente se dirime en la Justicia.