Preocupación

Moreno: del bombo leguero a la pretensión de ser intendente sin escalas

Desplazaron al “cenicero de moto” de Lucas Franco.
Desplazaron al “cenicero de moto” de Lucas Franco.

Estamos hablando del hermano de la intendente local Mariel Fernández, sin oficio conocido, salvo el de músico recreativo, sin aportes a la seguridad social, hasta su llegada al Concejo Deliberante de Moreno; cargo en el que juro y a los dos días abandonó para manotear la caja de la Secretaría de Educación.

Le duró poco la función pública, al año tuvo que huir despavorido hacia la Concejalía, lo sobrepasaron los problemas para manejar los recursos del S.A.E (servicio alimentario escolar), que envía provincia todos los años, para tratar de paliar la miseria dentro de las escuelas públicas.

En el Honorable Concejo Deliberante la pasa mejor, pide la palabra poco y mal, sin la presencia de proyectos para la ciudadanía local que contribuye a este circo pobre.

En su vocabulario abundan las imprecisiones de tono histórico, prototipo de aquel que ha leído poco y solo recibió transmisión oral sesgada.

En su haber de funcionario solo cuenta con la creación de un estudio de grabación dentro del municipio, en el cual afectó parte del edificio histórico del palacio municipal. En el mismo, erogó unos cuantos miles de dólares, del maltratado presupuesto local que maneja discrecionalmente su hermana.

Hace pocos días acaba de ser “ascendido” a Jefe de Bloque, desplazando al “cenicero de moto” de Lucas Franco, que hasta aquí aporto sus servicios al Movimiento Evita, el pelado quiere renovar su licencia del estado por cuatro años más, pero tiene un problema: fue desplazado de todos los armados políticos y no es del “palo”. Volvió a la remanida práctica de reunirse con vecinos, con el termo bajo el brazo, siempre con una mentira a flor de labios.

El lunes 20, mientras los municipales siguen carnavaleando con el sueldo por el piso, el se va a acercar al Barrio de Asunción, no le queda otra.

Pero volvamos a Emmanuel Fernández, que desde siempre manejó localmente los fondos de las cooperativas truchas, que tan bien supo alimentar el macrismo.

En él recayó la compra del departamento de Nemesio Álvarez, en el mismo edificio en donde hoy se encuentra Migraciones. Es él también quien controla la “lavandería” de la familia, obviamente con la guita del estado, últimamente girada a un grupo constructor local.

Lo cierto es que al muchacho lo han medido varias veces y mide “cero”, pero no importa, ustedes ya saben, si la orden de arriba es votar “al gaucho en muletas” el Evita votará al gaucho en muletas… así de orgánicos son, claro operando con la extorsión de por medio.

El círculo rojo aguarda con impaciencia el regreso de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, para observar el lucimiento “jefe de bloque”, por lo menos para superar la tara que manifiesta al orar.

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