Los Concejos Deliberantes del conurbano suelen dar que hablar al llegar los fines de año. Nunca tanto como el de Moreno, en solo una semana, con dos sesiones continuas en las quedaron expuestos los dos bloques mayoritarios.

El conjunto de ediles que conforman un grupo de referentes de organizaciones sociales, nunca debieron haber estado sentados en ese lugar, demostrando una vez más, que la falta de preparación no te hace más honesto. Cuestión reglamentaria que debe ser modificada urgentemente ni bien se respiren aires más puros a partir de 2024.

La cuestión central estaba radicaba en la premura del oficialismo, de aprobar una Ordenanza que le habilite el caprichito a la señora Intendente, de construir un polideportivo en Cuartel V, sobre un expediente viciado de nulidades, que no impidieron, de todas maneras, el inicio de las obras.

El tema fue tomado de vuelta y media por el siempre inquieto concejal Demian Naya (Juntos), que, con el objeto de tomar centralidad, le propuso al oficialismo; un intercambio de Ordenanzas, a cambio del Quórum necesaria para tratar el de interés para el Evita.

De esta manera una parte del bloque Juntos, habilitaba a una “extraordinaria” traída a de los pelos; antes de la última “ordinaria “del año. Naya, ni lerdo ni perezoso, tomó el proyecto del Diputado Nacional Cristian Ritondo (su mentor), y lo baja a la localidad a modo de adherencia a un Proyecto de Ley; aún no sancionado a nivel Nacional.

De esta manera la Ordenanza “Ficha Limpia”, obtuvo la aprobación del oficialismo, muy a pesar de la flojedad conceptual de la misma. En medio de acusaciones cruzadas por la prensa local y las redes sociales; de los integrantes de los dos bloques de Juntos que demostraban que el “rompimiento” era total.

Las fricciones continuaron en el recinto. El bloque asseffista les reclamaba a los díscolos, haber habilitado la aprobación de una Ordenanza espuria (polideportivo), los otros disparaban munición pesada desde la voz de Naya, continuamente muy agresivo contra la familia Asseff, a los que pretende sacar de la cancha.

Las dificultades no eran menores para los oficialistas. La demostración de nerviosismo de Lucas Franco, devolvía como nunca, chicanas y zarazeo constante. Hasta el punto de mencionar incorrectamente y a propósito, al medio del periodista más prestigioso de la localidad (Rubén Bustamante).

Ni que hablar de la otra “miembro informante” del expediente en tratamiento, Josefina Díaz Ciarlo, que, en medio de un ataque de histeria, equivocaba cifras y entraba en “lagunas” interminables.

La votación, por segunda vez en este periplo de la gestión de Mariel Fernández, concluyó 12 a 12 y volvió a desempatar la presidente Bellota.

La parcialista historiadora, estuvo más desprolija que nunca, se despatarraba en su sillón, cruzaba los brazos, y se dejaba llevar por los acontecimientos cargados de tensión. Siempre se ha dicho, que los Concejos Deliberantes son fieles reflejos de sus presidentes, y esta no es la excepción.

La “anomalía” ya había sido denunciada en el Tribunal de Cuentas, previamente por la concejal Marisel Aguilar (Juntos), que necesita renovar y se acerca al bullrichismo, azuzada por su débil conducción, Leonardo Coppola.

Tanto Coppola como Aníbal Asseff, son los responsables directos de los desquicios de los ediles que responden a Juntos, después de largos años de abandono y de apoyarse sólo en sus intereses personales.

Con respecto al bloque oficialista, también dividido, permanecerá dislocado hasta que Patricia Rosemberg, se decida a bajar desde el Ministerio de Salud de la Nación a terminar con el gobierno ad hoc de Mariel Fernández.

En este caso Mariano West y Patricia Jorge, (conductores de Rosemberg), son los que deberán rendir cuentas sobre la actitud de la doctora, si es que verdaderamente están decididos a enfrentar a la alcaldesa.