El viernes 11 de noviembre un anónimo avisaba a este medio que el contingente de sexto año de la Media 2 Maria Vilte (escuela militante, si las hay), regresaba antes de lo previsto de su viaje de egresados a la provincia de Córdoba.

Todo pasa, todo vuelve

Puestos urgentemente a indagar, las versiones aseguraban que había habido una denuncia de abuso de una de las alumnas (menor de edad) contra un compañero (mayor de edad).

Los padres enterados de la situación se fueron acercando a las instalaciones del colegio a aguardar la llegada del ómnibus, en un estado de efervescencia tal, que hacía parecer un desenlace trágico para con el personal docente a cargo del grupo.

De inmediato la inspectora sumariante Fernanda Ferrari, tomó la decisión de aplicar el artículo 139 del Estatuto Docente a todos los agentes estatales involucrados (algunos los llaman trabajadores de la educación), e incluyó al director jornada completa Marcelo Panuccio, (unos 400.000 pesos de salario), a docentes y preceptores.

De esta manera Panuccio y los demás fueron separados provisoriamente de sus cargos. El establecimiento quedó a cargo de Andrea Copes, casualmente hermana del inspector regional Gustavo Copes.

Tanto Panuccio, los hermanos Copes, como Ferrari, Juan Secchi (otros de los firmantes del sumario) y el Inspector de todos ellos Fabián Scotti; son parte de la avanzada colonizadora kirchnerista, instaurada desde 2003 en la educación pública provincial, por los contenidos ideológicos extrapolados desde México por Adriana Puiggros (hija del escritor Rodolfo Puiggros), ambos exiliados en ese país.

Continuados por Daniel Filmus como ministro de Educación en el periodo de Daniel Scioli como gobernador. Tiempo más tarde ocuparía la cartera nacional.

Lo llamativo de la medida de extrema gravedad tomada contra los involucrados, es que se trata de personajes del mismo tono ideológico, en la que no se habría podido ocultar las irregularidades cometidas en el contexto de un viaje de egresados disfrazado de una lección de paseo.