Por la llamada causa armada a Matías Preciado, un hombre oriundo de la localidad bonaerense de Rojas, la justicia espera que aparezcan pruebas contundentes cuando el expediente ya lleva 11 meses preso y desde la cárcel asegura su inocencia y su riesgo de vida.

Preciado, de 37 años, está detenido en una cárcel de Junín imputado por tenencia de estupefacientes para su comercialización, y ante la falta de respuestas de la justicia inició una huelga de hambre para que el juicio se realice de inmediato y, por otro lado, allegados a él, efectuaron una investigación para develar cómo opera una banda narco en Rojas.

Como viene informando NOVA, la Fiscalía General de Junín pidió a los que instruyen en la causa judicial que aporten el número de teléfono de donde se llevó a cabo una denuncia anónima el 26 de octubre del año pasado a la Dirección de Tráfico de Drogas Ilícitas, un elemento con el que se inició la investigación.

Preciado afirma que esa llamada nunca existió y que se trata de una “causa fabricada”, debido a que él denunció a dos jefes de la Policía Federal de Pergamino por ser cómplices de narcos y de dos fiscales bonaerenses corruptos.

“La llamada no va a aparecer y si aparece va a ser de un chip trucho, al que el dueño del número para a decir desconocer la procedencia de esa llamada”, indicó el detenido.

Matías dijo también que le plantaron cocaína en la casa de su padre en Rojas y que del análisis de esa sustancia se determinó que era 90 por ciento leche en polvo y 10 por ciento cocaína, que fueron fraccionados en 300 envoltorios.

“Esa droga la plantaron y encima era trucha. Los vecinos de mi casa negaron que pasen por mi vivienda decenas de compradores en autos y motos. Y eso porque nunca ocurría. Pero mi causa está armada con discurso y sin prueba”, agregó Preciado.

Allegados a Matías grabaron videos en una casa violeta a unos cien metros de la cancha de Boca en Rojas, en el Barrio Mataderos, en el que un joven compra drogas a un tal Calderón.

En una llamada al teléfono 2475 492677 hay una comunicación con un vendedor de drogas de la banda del cordobés, el que dice dónde conseguir estupefacientes y en la conversación le indica al comprador que tenga cuidado porque el cordobés hace meter presos a “perejiles”.

Preciado sufre problemas de salud y debe ser operado, pero él no quiere que lo intervengan en condición de detenido. “Temo por mi vida. Ya me advirtieron que me van a dejar morir para no admitir que la causa me la armaron”, dijo.

Preciado aportó al Juzgado los videos con detalles de cómo opera la banda narco en Rojas, pero sostiene que ni siquiera los vieron.

La complicidad policial judicial está en la mira con este caso y Preciado pide que se conozca la verdad prontamente en un juicio o que la causa pase a Casación Penal Federal.

“Soy inocente. Anticipé un año y dos meses antes de que me iban a armar una causa, pero hace once meses que estoy encarcelado. Quiero recuperar mi libertad ya”, reclamó.