En el Municipio de Moreno, la promesa de un programa educativo que buscaba mejorar la lectoescritura de los estudiantes ha terminado en un nuevo escándalo.

Bajo el título "Moreno Lee y Escribe", la intendente Mariel Fernández, en colaboración con la Secretaría de Cultura, Educación y Deportes, anunció con bombos y platillos una iniciativa que, en lugar de cumplir con sus objetivos, derivó en propaganda política, fondos cuestionados y resultados decepcionantes.

El anuncio oficial y las promesas

El programa fue presentado en julio de 2024 como una solución a los problemas educativos del segundo ciclo de la Escuela Primaria. Según el comunicado oficial, el objetivo era establecer centros de alfabetización en espacios comunitarios, como clubes barriales y sociedades de fomento.

Las actividades se realizarían los sábados de 9 a 13 horas entre agosto y diciembre. La propuesta, que contó con el respaldo del Gobierno provincial de Axel Kicillof, buscaba saldar las necesidades educativas en materia de comprensión lectora y escritura.

De las buenas intenciones al caos

Sin embargo, lo que comenzó como una iniciativa loable pronto reveló profundas falencias. Como ha ocurrido en otras gestiones de Mariel Fernández, las buenas intenciones chocaron con la falta de planificación y profesionalismo.

En este caso, el programa incluyó la participación de "alfabetizadores" no docentes, quienes recibirían capacitación y un certificado emitido por la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. ¿El problema? La idea de garantizar continuidad pedagógica con personal no capacitado para la docencia resultó un verdadero despropósito.

Resultados desastrosos

A pesar de la promoción en redes sociales y los eventos propagandísticos, la participación de estudiantes fue escasa. Además, surgieron denuncias sobre la improvisación y falta de recursos en los más de 50 centros de alfabetización anunciados.

Por si fuera poco, un decreto firmado por la intendenta antes de su viaje a Roma generó aún más controversia. En el documento se aprobó el pago de un "Bono Formadores" de 1.400.000 pesos por persona, supuestamente destinado a quienes trabajaron en los centros de alfabetización. Sin embargo, este bono solo alcanzó a 20 personas, muchas de las cuales aparecen en la propaganda oficial del programa.

Una crisis educativa y política

Mientras tanto, los alumnos de cuarto a sexto grado, quienes deberían haber sido los beneficiarios del programa, siguen enfrentando graves problemas de lectoescritura. Lejos de resolver estas carencias, el programa se convirtió en una herramienta de campaña electoral para las elecciones de agosto, dejando expuesta la falta de recursos y gestión en el municipio de Moreno.

En un contexto político complicado, donde Mariel Fernández enfrenta una interna con escaso presupuesto, el fiasco de "Moreno Lee y Escribe" se suma a una larga lista de iniciativas fallidas. La pregunta que queda es: ¿qué precio seguirá pagando la educación de los más vulnerables por la improvisación y los intereses políticos?

Reflexiones finales

El caso del programa "Moreno Lee y Escribe" es un ejemplo más de cómo las políticas educativas, cuando son utilizadas con fines electorales, terminan perjudicando a quienes más las necesitan.

Es momento de exigir mayor transparencia y eficacia en la gestión municipal, especialmente en áreas tan sensibles como la educación.