Un joven bailarín de folklore y estudiante de danzas fue baleado en el estómago cuando salía de su clase en Moreno y mientras esperaba el colectivo con un compañero.

La víctima fue abordada por dos delincuentes que descendieron de un auto a punta de pistola y le exigieron que entregara sus pertenencias. Sin oponer resistencia, el muchacho recibió un tiro en el abdomen que le provocó heridas de gravedad, por las cuales debió ser operado de urgencia en el hospital Mariano y Luciano de la Vega.

Según logró reconstruir Primer Plano Online con fuentes de la investigación, el muchacho baleado fue identificado como Sergio Daniel Rodríguez (27), domiciliado en Mariano Acosta, en Merlo. El hecho ocurrió en la parada de colectivos ubicada en la intersección de las calles Victorino de la Plaza e Irlanda, en la localidad de La Reja.

Voceros de la pesquisa señalaron a este medio que los delincuentes en total eran cinco, que circulaban en un auto “modelo viejo y color bordó”, pero desde el rodado descendieron dos atacantes. Así, luego de quitarle la mochila en donde tenía su ropa de baile y el teléfono, le dispararon para huir en el vehículo.

“Son dos chicos que bailan con nosotros. Después del robo corrieron hasta el patio de ensayo y el herido se desplomó. Fue llevado en auto de urgencia al hospital, donde directamente ingresó al quirófano”, informó Carlos, uno de los colaboradores del establecimiento al que asiste el joven baleado.

Efectivamente, luego de ser operado, el estudiante quedó alojado en la unidad de Terapia Intensiva, sedado e intubado por la gravedad de las lesiones que padeció. Los delincuentes, en tanto, están siendo buscados por la Policía.

El caso quedó caratulado como robo agravado por el uso de arma de fuego apta para el disparo y homicidio criminis causae en grado de tentativa, y es investigado por el fiscal Gabriel López, de la UFI 8 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez.

“¿Cuántas personas más tienen que sufrir y pasar x esto? Son chicos tranquilos que apuestan a la danza, trabajadores. Seguimos solos y desamparados… Nadie nos cuida”, completó Carlos su posteo, al tiempo que aclaró que el ataque “no sucedió en una esquina oscura o una calle inhóspita sino en un lugar súper iluminado”.